Carpe Diem
Si
bien la rosa pierde al mediodía la hermosura que tenía en el alba, la belleza
que irradiaba entonces era algo real. Nada en el mundo es permanente, y somos
necios cuando pedimos que algo perdure. Y somos más necios si no lo disfrutamos
mientras lo tenemos.
El que quiera reconocer el carácter efímero del mundo, debería leer periódicos antiguos para ver lo insignificante que resulta luego lo que en su día fue tan importante.
El que quiera reconocer el carácter efímero del mundo, debería leer periódicos antiguos para ver lo insignificante que resulta luego lo que en su día fue tan importante.